No es tiempo de rosas, ni es Sant Jordi en Barcelona, ni las calles están repletas de libros con interesantísimas novedades de nuestros autores preferidos, que devoraremos con impaciencia en los próximos meses. Nada de esa realidad sucede en este otoño caluroso. Ya vendrá el 23 abril y celebraremos el día más cultural del año.
Siento esta rosa como una bendición hermosa sacada de los jardines de la Alhambra, tal vez el Príncipe Ahmed con un suspiro de ilusión quisiera renacer y vivir un sueño para regalar rosas en Sant Jordi con perfumes de oriente, pero solo ha conseguido despertar que la pasión por lo bello se apodere de Nieves Álvarez para pintar pétalos con colores de púrpura y reflejos de seda de bellos parajes de la Alhambra, que tan bondadosamente, describe Washington Irving en Cuentos de la Alhambra. ¡! Gracias por este gesto tan bonito que me adentra por los soñados rincones del palacio más bonito de España
No hay comentarios:
Publicar un comentario